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Virginia Janza en la Feria del Libro




la chica más linda de la fiesta
te mira y pensás: 
“ésta es mi noche”
ojos grandes, cuerpo bello, osadía indescriptible
es brava y se advierte enseguida 
no se esfuerza por exigir
no se esfuerza por imitar
apenas gravita
lánguida
(no desgarbada
elegante y suave)
codiciás un gesto que te incluya
en su círculo
–se ve que es reservada para algunas cosas–
te la imaginás cenando, charlando, abriendo todo su cuerpo para excitar
exponiendo valiosas plumas
en tu círculo
a vos, que siempre fuiste un coleccionista
un lujo que podés darte a esta altura
pensás
“esta noche me la llevo”
ella te mira
gravita
y no te sigue
(no se apena por el desencuentro)
desilusiona un poco:
el agujero de alicia sin nada detrás
o peor, tiene un mundo y no comparte
no se parte
no se abre para vos
que sos un coleccionista
un hombre completo
con tanto para ofrecer:  ¡qué partido!
(vino roto, uvas cuidadas en mal estado
igual se ve un brote 
algo verde en ese tallo hubo, algo tuvo que haber)
un sueño-viñedo
una película de posguerra
fraticidio, tragedia rica sin sangre 
–derramada, porque sangre sí hubo–
ahora lo pienso
ahora
te veo
(nos) veo
enfrentados
uniendo dos familias que se secaron al sol
y nosotros queriendo vivir en verano eterno
inocentes
qué típico
el verano eterno, digo
esa sensación de libertad
de armonía diurna y desahogo 
cliché inconsciente
pero no te olvides de que es tu noche:
ésta es
y ella es toooda para vos

¿te alcanza?
¿te satisface?

nunca es lo que se espera, ya sé
tus expectativas de una nueva ¿conquista?
otra chica  
¿presa?

pero decime, ¿quién sos? 
tampoco te agrandes
es un buen momento, nada más
una buena noche
la chica más linda de la fiesta te mira
y quiere mostrarte un rato sus plumas
(el pavoneo nunca estuvo prohibido)
porque ella pava no es
va a ser difícil despelarla y colgarla en tu salita
ya sé
pero vos siempre fuiste un coleccionista
un hombre completo
que sabe cómo conseguir las cosas más difíciles
más sutiles
sabe
con dinero y poder
con pavoneo
qué tonta, pensás
soy el conejo de alicia y me cierra la puerta
ella a mí, a vos, digo
–reservada hasta en su círculo–
¿para quién te guardás, princesa?
en el fondo del cofre no encontrás nada
no se apena por el desencuentro
de pronto, una pared
un lujo que cuesta caro
a esta altura no podés permitirte una desilusión
no podés golpear una puerta cerrada
vos, un coleccionista
un hombre que viene partido
el gran pez
ella está justo para ser mirada
devorada
tragada en el fondo del mar
sin embargo
resiste
el mordisco
la enorme tentación 
que crece
con todo su peso
ficción de una dicha milenaria
tan romántica
se yergue entera 
una persona
casi chica
casi presa
casi conquista:
mujer.


Si te pido que me des
es tan poco
apenas un pedacito
te pido
de vos
yo que nunca
espero nada
siempre todos quieren de mí.

Y yo en cambio
deambulo
observo y cuido 
a los demás
para que no vean mis flaquezas
me hago la mamá pino
la diva 
la fuerte
(mis rulos protegen
la corteza cerebral).

Pero hoy quiero
pedirte un poco
para variar y ser yo
la que esté triste
afortunada en el juego
perder siempre al amor
ruleta desquiciada
perderme
de nuevo
arrastrarme
otra vez
avalancha
dentro mío
estalla
para sentirme 
VIVA
al menos hoy
VIVA
sólo eso te pido
de verdad
dame un poco
necesito decirlo
yo también 
puedo pedir
debo
porque cuando me quedo sola
soy débil
¡tan obvia!
anulo y callo
y no sé qué decir.

Me temo inaprensible
soy 
difícil de descifrar
y yo que soy tanto
te pido a vos
tan poco
eso que sos:
nada. 


y ahora que el tiempo se nos fue 
escurriéndose como un lago
la distancia que dejamos
entre tu casa y la mía
querríamos extrañar
un escenario sin palabras absurdas
aquello que no tuvimos
no quisimos
como si todavía pudiésemos recomponer
cosernos hilachas de locura
bordarnos 
en secreto de amantes
insanos pero no por eso menos unidos
una sensación 
esperarla
taparla en silencio 
como si todavía pudiésemos escuchar
esquivar la marca 
lo que duele
una vez y para siempre
frase hecha con punto festón 
cosernos botones en los ojos
mundo coraline
de bizcochuelo y brillantina
cruzar el lado y olvidar
lo que dejamos atrás
lo que perdemos
qué
nos espera 
ficticia paralela
aflicción

(cada vez que cierro los ojos
(cada vez que me alejo un poco
lo entiendo
es una bruja
no es mamá)