El amor es un juego de mediaciones que quieren hacerse reflejo, un querer reducir dos cuerpos a uno. Cuando Mis Peores Poemas de Amor explora el lugar del enamorado, lo hace mediante la idea de que es la lengua la que habla por el sujeto y no el sujeto a travésde ella, sólo que desde una lógica de ruptura: la poesía de Karina Macció pelea por la apropiación del querer decir, por la invención de un modo de pensar la escritura que permita entenderla desde sus quiebres y darle una nueva forma al sentido. Los juegos, la pluralidad, lo no binario, son todas estrategias con las que el yo lírico no se deja definir por su lengua, sino que la transforma para decir con ella lo imposible. Es un trabajo que toma protagonismo por sobre el contenido mismo de la obra, ya que los límites del sentido son puestos en duda a través de la técnica y la palabra.
La colección Viajera bífida nos propone una literatura que necesita de un lector paracompletarla, trabajarla y darle ese sentido final que el yo lírico lucha por poner y romper en palabras. “A medida que lo escribo me deshago y cambio”, nos dice la obra. Yo propongo: a medida que lo leo, lo deshago y cambio. Si la poesía quiebra el sentido para formar otros, entonces quiebra también las maneras prototípicas de percibirlo. Mis Peores Poemas de Amor necesita un lector que tome un papel activo y complete el significado que se presenta con su ausencia, en las grietas del poema. Pese a que una lectura superficial entienda la poesía de Karina Macció como el reflejo del ser enamorado, lo que en realidad subyace en ella es ese espacio por llenar en la mediación existente entre discurso y sentimiento, entre lo expresado y lo inexpresable. En el juego del amor.