A partir de ahora sos
una de las personas que saludo
con mi cara más falsa y le digo
chau, suerte
es gracioso porque vos sabés cómo lo hago
frunzo la nariz y aprieto los labios
sin mostrar los dientes
pongo la cara y tiro un beso al aire
sin mirar
Ahora sos una de las personas que no sabe quién soy
que no sabe
que me despierto para cocinarte a las dos de la mañana
que no me pongo tacos cuando salimos
y que me los pongo para cocinarte
a las dos de la mañana
que compro el queso que te gusta y siempre tengo
una medida de whisky para vos
un baño caliente y velas
que nunca te evito
que nunca te tengo miedo
festejo nuestra intensidad
y te dejo el medio de la cama
Pero ahora vos tampoco me conocés
y me mirás y te ponés nervioso
porque no sabés que sin tacos medimos lo mismo
que cuando lloro se me ponen las cejas coloradas
que me gusta que me cuentes historias
que me leas en la cama hasta que me quedo dormida
como cuando era chica
que no miro tele en el cuarto
porque prefiero mirarte a vos
hasta quedarnos dormidos
y tampoco sabés qué historias me gustan
y no vas a descubrirlo
porque ahora sos de los que no me conocen.
Ayer un hombre copió tu boca
el dibujo exacto de tus labios
lo húmedo que se pega a tus dientes
las dos curvitas del labio de arriba
la copió y tuve que hacer fuerza para no besarlo
porque ese hombre ya no eras vos
y para mí era
solo un desconocido.
Virginia Janza, 2015.
Una respuesta a «Virginia Janza en la Biblioteca Nacional»
muy expresivo