Yo estaba en la
terraza luchando con la luna
en la marchita soledad sin onda
definitivo silencio de las cosas secas
rompiendo el equilibrio de todo el cielo
como cristal cautivo de la brisa
yo, poeta sin brazos, perdido
veo el cielo vacío
con picos abierto de los pájaros agonizantes
animales muertos
pequeñas calaveras de paloma
mariposa ahogada
árboles fermentados
valles de luz ignorantes en su frenesí
de la luz original
no es sueño la vida
no duerme nadie por el mundo
filtra un ansia de la luz en las
circulaciones subterráneas
el agudo quitasol
el cielo tendrá que huir ante el tumulto
de las ventanas
María Victoria Verzura, Huella.
Viajera Virtual, 2015.
Una respuesta a «Un poema de Huella, el nuevo libro de María Victoria Verzura»
excelente.