No te vi ¿me había equivocado?
¿confundí el camino incierto?
No es posible,
los sauces cantan,
el viento y el sol
calientan la espera.
Ya la bruma del agua
(ese ensueño del río)
se retiró a esperar.
Es nuestro lugar
aunque no estés
aunque te busque desahuciado
desesperando
con ganas de piel
de caricias.
Te veo saliendo del agua,
princesa-vampira
sirena de agua dulce
caminando hacia mí.
La imagen
que dibuja tu contorno
la infinita arena
que huye del reloj
no lo desmienten.
El agua es nuestro elemento
donde nos fundimos en el otro,
sin dolor,
solo el deseo de seguir nadándonos.
Soy otra vez
el insolado de amor
que te espera en el río
del sol adormecido.
Carlos flores, Orillas de la luz.
