La lengua se desvanece en mi y allí se inventa. Se extravía por senderos oscuros y produce una constelación que le va dando sentido a mi mundo
Me asusta cuando no encuentro relaciones entre las palabras y me alivia cuando desacopla puentes invisibles de palabras enamoradas que me encerraban solo en el mundo del amor
La lengua me puede
Me puede dar libertad cuando inventando recorridos desarma una red que solo descubro al desarmarla y me hace cuerpo cuando respira de significaciones oxidadas.
La lengua me pierde en terrenos barbaros, llenos de onomatopeyas que piden traducción.
La lengua, se libera de mi cuando pierde la razón y loca la lengua me dibuja en acuarela
Y yo la tomo y embebida de ella digo.
Gabriela Pedrotti, 2016.
