Me contestaste punto por punto.
No estoy acostumbrada a que me lean así
punto por punto, coma por coma, verbo por verbo, sueño por sueño.
No estoy acostumbrada
las personas leen pero no contestan
callan
mascullan emociones como rocas que raspan.
En cambio, yo me la paso contestando
a las voces que me hablan
y de fondo, mientras tanto,
no me olvido de increpar
a esta lengua madre castellana
que me cobija y me expulsa a la vez
en ella respiro, en ella muero un poco
cada vez que tomo aire
tomo impulso
y no hay poesía, te juro
la vida real es
en esta lengua
amo y deseo en esta lengua
duermo y no descanso en esta lengua
Y vos, qué hacés de ese lado? De cuál? (es mi lado donde estás, no?) (lado de la lengua inquieta, no?)
¿Dónde te detenés para absorber mis letras, mis letras que son tus ojos, tus ojos que ya no son tuyos,
ojos de lengua, hasta que la tinta se funde con tu saliva y te permite esa boca nueva, contestar palabras precisas, relucientes, hidratadas?
Miento:
en ese punto (éste, uno distinto, mojón de viaje) no hay palabras.
Es una bandada de lengua como peces
pecespájaros, decía Julio
porque abajo y arriba es solo un punto (otro) de vista
punto por punto me contestaste
cual tejedora, hilandera, punto por punto
los hilos se entrelazan y la trama qué hace
más que propagarse no sé
Te das cuenta? Quiero enojarme, no puedo
Quiero no asentir, no decirte Es verdad
la mera respuesta conforma un hilo que sigue este tapiz de letras
Quiero, por momentos, ser piedra
permanecer inerte, incólume
no este eco que soy
a cada segundo soy
eco de tu corazón
eco de agua que proyecta el reflejo
otro
puedo ser
otra
tu mejor versión
puedo sostener una ficción porque conozco sus triquiñuelas, porque
qué sentido tiene este continuo respirar si no hay género, tela para cortar, si no le ponemos colores, si no te corrés un poco de tu propio lugar para mirarte mejor?
Qué sentido tiene si no nos podemos reír? Si te miro y no hay complicidad, qué aburrido sería
Qué sentido tiene si escribo y no contestás?
Querría no esperar nada, pero es al revés.
Me doy cuenta de lo extraño de punto por punto, risa por risa, idea por idea, chocolate por palitos, mate por mate.
Me doy cuenta de que somos turistas de lo serio, de la sangre y los documentos:
entramos extranjeros, hacemos un papel
estamos y nos vamos estando
vivimos saliendo, horadamos cada hora
un agujero acá, otro allá
abrimos boquetes como bocas en las paredes, muros de tiempos que percudimos
a fuerza de golpe y absurdo
nos empiezan a hablar, nos quieren crear.
Escuchamos, leemos, intentamos una respuesta para nacer
te miro, me ves, y al contrario también
punto por punto, accidente por accidente, lago por río, espuma por nube.
Hay primavera feroz
solo queda
dejarse llevar
escribir.
Karina Macció, 2016, inédito.