A Cupido
Todos los cuerpos tienen anticuerpos
contaminaciones incontables
destilaciones sutiles de la piel
excrecencias insospechadas del alma
antimateria evanescente del yo.
Se tratan con ligeros alientos
curan con microscópicos detritos
químicos que no son sino evaporados
por la magia del vientre deseante.
El rumor que jadea en los pulmones
el chasquido de la lengua
los labios cuando se cruzan carnosos
en las antípodas.
Tales estribaciones
perturban el éter
anatomía de hormonas antitéticas
a veces
un flechazo
parte un corazón
antinómico
la silueta
ansiada que deshace
toda antipatía.
Ricardo Czikk, Desmonte.
Viajera, 2016.