“Soplando brasas en tu corazón”
Indio Solari
La voracidad fugaz de ese destello
me quema-me quemo
Eso lo sé, y hacer menos no puedo.
Ardo con un fulgor tal, que enciendo
(a cualquiera enciendo)
quedo atrapada, perdida, incendiada,
y no puedo. No quiero.
Mi tentación de arder es tan grande
que el infierno se vuelve encantador
le temo a toda esta pasión
a sus paradojas, a mi desenfreno.
Hacer otra cosa
quiero y no puedo.
Brasa agitada con viento soy
En esto me convierto
así, me quema el deseo.
Repito. Quiero. No Puedo.
Gabriela Aristegui, 2015.
Seresa, Viajera.