Era de pistacho
el helado
era a la siesta
que venía.
A esas siestas mudas
tan disfrazadas de sueños
tan a mano
tan a piel.
Tan a mano
la familia Goles y sus gallinas
las plumas de las gallinas desparramadas
en la tierra seca
de un patio azul
y el alambrado
desafiando la gravedad
aún en pie.
En el living
la tele y ese zumbido a tubo.
La siesta
un tubo
por donde viajaban los sueños
del barrio
la casa de José
el Instituto Pitman
en su entrada
no tocar timbre hasta las 6.
La siesta
un tubo
por donde viajaban los sueños
del barrio
hasta la casa de los Tirao
la única pileta del barrio
y el petiso Tirao
desplegando despotismo
vos entrás, vos no.
Cruzo los dedos
que me elija por favor
¡me eligió!
Y el orgullo insensato
de haber sido nominada
por un enano fascista.
¡Éramos tan verdes!
Gabriela Pedrotti, 2015.
Conjugada, Viajera.