Un calor
que inunda el silencio
y las hojas mudas
sobre campos sin lluvia.
El piar de un gorrión
con el pico de cera.
Descansa
el viejo carro
a la sombra del granero
y un perro
deambula
entre matorrales negros
acompañado por grillos.
Por fin las nubes …
el alma inquieta
ha maldecido al sol
por la aridez.
Ernesto Carnevale, Viviendo.
Viajera, 2015.
Traducción de Mario Francisco Benvenuto.