El oficio femenino de tus manos
tejió la espera
entre gorjeos y lágrimas
tu hábito de nacer
(siempre desde el pecho)
con el suspiro
y el asombro
tu cuerpo es una luz
delgada
atravesando el espacio líquido
destino mineral
inventa campanarios de tiempo
como los acantilados
y los poemas
Daniel Cáseres, Mineral.