Sonetos Mandamientos: podría ser un nuevo género.
La poesía en perfecto endecasílabo, con un ritmo transparente, justo, medido, el del soneto, transformada en mandamiento. ¿De qué? La intertextualidad, la parodia, la (per)versión como diría Borges, es clara. Los diez mandamientos de la Biblia aparecen en este libro intervenidos, cuestionados, puestos en evidencia para captar su obsolescencia, su decadentismo dogmático.
Estos mandamientos son específicamente los de la Iglesia Católica, el decálogo en su forma catequética, enseñado a todos los educados en la fe católica para poder tomar la comunión. David Costa o Marinero Miel, autor y actor chileno, toma este decálogo para producir uno completamente renovador. Dos maniobras entonces: usar una estructura clásica y prestigiosa del género poético, como el soneto, para desde allí hacer estallar la segunda estructura emulada, la de los mandamientos católicos.
¿Por qué estalla? ¿De qué nos hablan estos sonetos?
Por sobre todo, creo, nos hablan de la vida y la imposibilidad de regirla por leyes inamovibles que no tengan en cuenta lo inaprensible humano, lo conflictivo de la identidad, lo fundamental del género y del sexo en la conformación de esta identidad. La iglesia católica ha condenado reiteradas veces las prácticas homosexuales. Sin embargo, en su interior, se han descubierto estas mismas prácticas, que han llegado a todo tipo de abusos. David Costa en su versión Marinero Miel, justamente el sábado en la marcha por el orgullo Gay, declaraba abiertamente en una entrevista que los curas debían liberarse, que debían poder coger con quien quisieran, disfrutar de su cuerpo. Que tendrían que poder decir que son gays si lo son. Todo esto lo decía Marinero Miel vestido de cura en la marcha del orgullo, con una rosa roja en sus manos o en su boca. La rosa roja es la pasión, y nadie se halla exento de ella, porque las pasiones son ineludiblemente humanas.
En estos sonetos, la pasión se realiza mediante el sexo entre dos hombres. El poema muestra el mandamiento original y lo va desarmando, lo hace caer mostrando sus contradicciones, la imposibilidad de respetar ese precepto o la falsedad intrínseca que acarrea. En el soneto 2 que empieza con “No dirás el nombre de Dios en vano” destaca la inutilidad de aquello que se esgrime pero que no se cumple:
Tanto respeto y no veo justicia
Veo falsedad y mucha mentira
Bendíceme y glorifícame el pico
Ensalzar tu nombre es pura codicia
Con tus mandatos el fiel se retira
Nadie se hace cargo menos el rico.
No se trata sólo de los excluidos por su orientación sexual. El “rico” es el que hace lo que quiere, no importa la ley. Y el fiel, paradójicamente, es el que se termina retirando porque comprueba la irrealidad y la hipocresía de todo el sistema. En el soneto 3, la ironía irrumpe con toda su fuerza sobre el precepto de “santificar las fiestas” que es interpretado por el yo poético como orgías y trinomios. Dice:
Estoy confundiendo los mandamientos
Me estoy pareciendo mucho a un demonio
Mi cuerpo está aprisionado en el mal
El tópico del cuerpo poseído: hay algo que está mal en el sexo, el sexo es como un demonio que se halla en el cuerpo, y entonces? Habrá que flagelarse o como propone otro soneto vivir “un poco muerto”. Lo más paradójico de todo el planteo es que estos diez mandamientos, según el Evangelio de Mateo, pueden condensarse en dos: amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo.
Bien, estamos hablando de amor. Y el amor implica comprensión, aceptación, cariño. Pero esto no se realiza en ninguna de las escenas que se van desarrollando. En el soneto 4, que empieza con “Adorarás a tu papá y mamá”, el yo nos muestra cómo esa relación es unilateral, el hijo es tildado de libertino, de infernal, mirado con desprecio y estupefacción. En el precepto de No matarás, el yo analiza la situación del aborto, donde reivindica el derecho que tenemos a regir nuestro cuerpo, lo único absolutamente propio con lo que venimos a este mundo. El nombre, el apellido, la tradición, la familia, todo es heredado; nuestro cuerpo es el resultado de esa configuración genética que nos hace un individuo distinto.
Tienes el poder de tu propio cuerpo
Y a vivir con culpa si es necesario
Tanto crimen que se comete en vano
No me horroriza ver un feto muerto
Pero si condeno a todo sicario
Y a los que le hacen la guerra al hermano.
Finalmente, la gran denuncia de estos sonetos mandamientos tiene que ver con la hipocresía. La palabra proviene del latín tardío hypocrisis y del griego ὑπόκρισις (hypokrisis), que significan «actuar», «fingir» o «una respuesta». También se puede entender como viniendo del griego hypo que significa «máscara» y crytes que significa «respuesta» y por lo que lo que significaría «responder con máscaras».
Este libro se propone hacer caer esas máscaras, cada mandamiento conlleva alguna y a medida que leemos los sonetos vemos cómo se van deshaciendo, cómo van mostrando sus rajaduras, su falsedad. Es también interesante pensar que el autor es un actor y es también a partir de la máscara de la poesía que desnuda esta simulación. Es que el discurso, cualquiera sea, es la primera máscara que construimos. Es necesario pelear con ella, confrontarla. Es necesario encontrar la máscara que se adecúe a quienes somos y ser capaces de ir moldeándola, de renovarla, conforme vamos cambiando, como sociedad y como individuos.
Éste es el hallazgo de los sonetos mandamientos. La poesía se revela una máscara potente para hablar de las demás, porque antes que nada, la poesía siempre vuelve sobre sí misma y se cuestiona permanentemente, como todas las formas artísticas.
Karina Macció, 2014.
Selección de Los sonetos mandamientos de miel
4.
Adorarás a tu papá y mamá
Aunque nadie te honre a vos por marino
No parás de dibujar intestinos
Siempre un nuevo espectáculo tramá
Es el simple consejo de mamá
Que pasó por acá sin desatino
Que le di vida a este gran libertino
Con el cariño mudo de papá
Siempre te estamos mirando de atrás
Controla las visitas al infierno
Estando vivo se está un poco muerto
Todo esto se ha gestado tiempo atrás
Está lloviendo fuerte es pleno invierno
Es julio 2014 en el puerto.
5.
No matarás ni siquiera a una mosca
No matarás tampoco a la gallina
No sacarás puñal en una rosca
Ni te harás mala fama de asesina
¿Si mañana me practico un aborto
Será esto un derecho o será un delito?
Mi opinión te la pasas por el orto
Y ejercerás tu derecho bendito
Tienes el poder de tu propio cuerpo
Y a vivir con culpa si es necesario
Tanto crimen que se comete en vano
No me horroriza ver un feto muerto
Pero si condeno a todo sicario
Y a los que le hacen la guerra al hermano.
6.
Sexto mandamiento de los amantes
No serás infiel harás trinidades
No te perderás en casualidades
Marino tramposo como los de antes
No generarás trepa en tus dedos
Uñas de alquitrán no te comerás
A padre y madre no abandonarás
Te alejarás de tejes y de enredos
No abandonarás amigos ni amantes
Abandonarás a todos y a nadie
No ironizarás ni parodiarás
No asistirás a citas intrigantes
No dejarás que nadie te engañe
A tu novio nunca le mentirás.
Rosa sobre el culito de tu boca
Rosa de tu boca supersticiosa
Supersticioso culo de tu boca
De tu boquita boca cariñosa
Porque una boca es una boca es una
Boca de las rositas de tu culo
Cerrado en labios de una rosa abierta
Porque una rosa es una rosa es una
Rosa de los culitos de tu boca
Calla el culo y deshójame la boca
Porque un culo es un culo es un culo es
Un culo de esa boquita de Rosa
Espinosa en la boca del concierto.
Marinero Miel, 2014.