atardece en pumalín
sobre la carretera austral
sobre el fiordo de las mil formas
atardece sobre el pacífico
las crestas de los cerros empiezan a brillar
las nubes recortan su silueta
mientras el sol se oculta y las laderas oscurecen
frente a nosotros una pequeña pradera verde
frente a nosotros los helechos gigantes de la selva fría
los arrayanes de esbelta canela
las cañas de coihue que se inclinan
somos reyes
la cabaña huele a los condimentos de la cena recién hecha
suena lou reed
abrimos la última botella de vino que vierte musical sobre las copas
tras la ventana la lejana melodía del río que fluye sobre las piedras
estamos solos
vos y yo
solos
pronto
una noche de estrellas australes
pronto
la noche de otro día que termina
a perfect day
el viaje que acaba
nos amamos y no dejamos de sorprendernos
nos sorprendernos ante las formas
las texturas
los colores
los olores
los pliegues
la profundidad
de esta noche
en la que nos seguimos amando
Aníbal Ilguisonis, El tiempo de la flor.
Viajera, 2019.