Mercurio toma menos tiempo
en trasladarse alrededor del sol
que en girar sobre su propio eje.
Un año allí
equivale a 88 días terrestres
mientras que un día
se extiende a 115 de los nuestros.
Un día de aquel astro dura entonces, más que uno de sus años.
Tal fenómeno
en su absoluta materialidad
resulta por sí mismo
poético.
Eduardo Gálvez, 2019