Categorías
Eventos Viajeros

Alicia Saliva en Lo único que puede decirse es un ritmo * 6/11

Me deja dicha
la hoja estaba en blanco
el corazón no imaginaba
le iban a escribir
indeleble
a dejarle tanto dicho
letra a letra rasguido bajito
con las uñas
en mis cuerdas
un puñado
de riesgos de rasgos
a veces derrotados
otras de una dicha
que me viene a buscar
entre las calles porteñas
yo
papel rozado
basta raspar un poco
me espolvoreen tus palabras
para dejarme dicha
como carta antigua
dedicada
yo lleve tu perfume
por entre mares
único relato
de dos para decir
que la vida nos llegó
y nos sobra
por todos lados

 

Alicia Saliva

 

No tengo ojos

Las sombras son tan importantes
como la luz.
Charlotte Brönte

pedí cuchillo
para cortar bajo mi seno
lo viste
visto la oscura lepra
la del cuerpo
lenta devora
amarga y marchita
solo
solamente
lo que no es añoranza
porque no hay negrura
amargamara
que me tape el alma
la llevo como puerta abierta
despejada

alguien tejerá para sus hijos
en algún otro lugar
con mi luz

yo armo días adentro
levanto hogueras
en esta gruta
bajo las concavidades
de mis ojos ausentes

ves lo que yo veo?

podés tocar mis letras
dejo relieves para seguirlas
hallarlas y hollarlas
libro de secretos
a ver a ver
ibi oculus
en ellas hay visión
a mis pasos se les oye el dolor
porque una vida no se dice
así nomás
se cuenta cerrado
-perdón que lo diga, quien leyere-
si no viene alguien
a darme paso
II

el campo alrededor
seguro brilla
diríase de iluminada negrura
se oye
cliquette
cli cli cli
mi piel cayendo
sonajero
atajado por el aire

¿quién quiere a la leprosa?

lève donc ce voile
levantá el velo, Violaine
no, Mara
tengo otro
tu ne vois plus, Violaine?
no, Mara
mis ojos comidos
ya no están
descubiertas las telas
del ropaje
escucho las cosas que me rodean
al fin
sé que todo está
yo
extensión de desiertos
voy entrando en la noche
entre pasos lentísimos
siento la marcha del cielo
yo
acepto en mis huesos
las curvas de esta bóveda
como brazos conocidos
Alicia Saliva.

Alicia Saliva (Buenos Aires, 1969) es autora, hasta la fecha, de tres libros de poesía: Las veredas del agua, con acuarelas y dibujos de Cecilia de la Fuente (El Escriba, 2012), Variaciones sobre el silencio, con fotografías de Cecilia de la Fuente (Botella al mar, 2014) y está por publicar Me deja dicha con Viajera Editorial.
Realiza distintas actividades relacionadas con la poesía, desde docencia, investigación y difusión a través de centros culturales, hasta lecturas públicas y otras acciones poéticas comunitarias.
Ha participado de diversas agrupaciones y propuestas literarias, como Pájaros locos y Siempre de viaje-Literatura en progreso.
Profesora superior (UCA) y Doctora en Letras (Universidad Complutense de Madrid), se desempeña en el nivel universitario, en las áreas de literatura comparada y estética, con calas en la escritura académica y creativa. Escribe, publica y participa de reuniones académicas sobre estas temáticas.