Categorías
Misceláneos

Marketing año cero * Jan De Jager

Los dos slogans más famosos de la antigüedad grecolatina:
el ΓΝΩΘΙ ΣΑΥΤΟΝ y el veni vidi vici.
ΓΝΩΘΙ ΣΑΥΤΟΝ, gnothi sautón, conócete a ti mismo, es a menudo citado en su versión latina, nosce te ipsum. Según es fama, este lema figuraba a la
entrada del templo de Apolo, en Delfos, o sea el oráculo de la Pitonisa. La frase es atribuida a veces a uno, a veces a otro de los Siete Sabios. Sabemos
que ya Platón la asociaba con la sabiduría délfica (Filebo, 48cd, Hiparco, 228c, Las leyes, 11, 923a). Quizás fuese una exhortación a “Percibir con
claridad qué es lo que quieres preguntarle a la divinidad” (J. Partsch, Griechisches Burgschaftsrecht, Leipzig, 1909) es decir entonces que en cierto
modo el oráculo se “lavaba las manos” de las respuestas que daba a las preguntas. O quizás fuese simplemente una invitación a ser más conciente
de las limitaciones individuales, y un convite a la introspección.
Veni vidi vici, vine, vi, vencí, (algunos traducen «fui, vi, vencí» pero yo prefiero no perder la aliteración y la eufonía). Según Suetonio (Vita Caesarum, 37,2) durante la campaña contra Farnaces II, César hizo confeccionar una pancarta en la cual figuraba este texto, para indicar que su acción militar era una fulminante e irresistible Blitzkrieg. Según Plutarco (Bίοι παράλλελοι, las Vidas paralelas) este fue el texto del mensaje que César hizo llegar a Roma por intermedio de un mensajero, para dar noticia de la victoria de Zela, contra el mencionado Farnaces. Cabe agregar que Séneca el retórico (Suasoriae 2,22) menciona esta frase, con explícita referencia a César, como un ejemplo de la jactancia de los insolentes.
Dos slogans, uno que invita a adentrarse en la subjetividad, a profundizar en la interioridad y a conocerla. El otro, a desparramarse por el mundo exterior, objetivo, verlo y conquistarlo. Dos opciones ni siquiera excluyentes.

 

Jan De Jager, Relámpagos Vol. II.

Viajera, 2016